El Partido Socialista, habituado a enarbolar la bandera de la igualdad allá a donde va, está segmentando en campaña la publicidad que hace llegar a hombres y mujeres. Mientras que las cartas enviadas a ellas tienen un enfoque más feminista, las que reciben ellos se centran más en temas laborales.
Una carta enviada a una mujer hace hincapié en que «nunca un gobierno en España había contado con tantas mujeres en el Consejo de Ministros. Hemos impulsado normas de igualdad salarial con las que combatir la intolerable brecha de género que todavía existe». En la que reciben ellos, este párrafo desaparece.
Además, la carta dirigida al potencial votante masculino habla de que «la España que quieres no se resigna a la pobreza laboral», «defiende a las personas con distintas capacidades y ofrece una red de seguridad y de formación continua a quienes, por su edad, sienten que no pueden volver al mercado de trabajo». En el caso de ellas, desaparece la mención a la pobreza laboral.
Otra diferencia está en el párrafo dedicado a afirmar que «hay un proyecto que avanza y otro que retrocede». A ellas se les dice que el del PSOE es un proyecto «que apuesta por el feminismo, la igualdad, la educación, la innovación, el futuro». A ellos no se les dice nada de feminismo e igualdad.
Finalmente, ambas cartas finalizan con el mismo párrafo. «Esta es la España que está en juego el próximo 28 de abril», dicen, mencionando a «la España de las mujeres libres e iguales», la de «la sanidad y la educacíon públicas de calidad», la de «los derechos», «la innovación, la razón y la ciencia», la de «la esperanza contra el miedo», «la de la ilusión». Sin embargo, «la España de las mujeres libres e iguales» es lo primero que se dice en la carta dirigida a ellas y baja hasta la tercera posición en la de ellos.
