‘Luismi’ y la Guardia Civil
El asunto de la Guardia civil generó mucha histeria. ¿Cómo estará la cosa que los menos desmecatados se imaginan viviendo en un México militarizado tipo Chile pinochetista o bigbrotheresco al estilo soviético condenados al hiperrealismo socialista y hasta se están mandando a hacer su propio archipiélago Gulag? Digo, lo mismo decían del huachicol instalados en el melodrama gasolinero y ahora, con el regreso del tráfico y la contaminación, ya hasta queremos que vuelvan a cerrar los ductos.
Pero si en efecto esa fuera la idea de la cuarta transformaichon, militarizar a la patria, yo pediría que por lo menos los uniformes que nos den sean de nuestro tamaño, para que no nos queden como a Jelipillo Calderón porque ¡qué oso mil! Digo, que por lo menos nos veamos como Luis Miguel en “La incondicional”.
Otra de las cosas que vivimos en estos días fue el linchamiento contra el PRI por haber apoyado el proyecto de la Guardia Nacional. La cosa es que todos se fueron contra el PRIcámbrico temprano, incluso aquellos comunicadores, opinadores que por años estuvieron de su lado. Esa sí me parece una traición.
Digo, no me van a acusar a mí de ser un fan del partido tricolor ni de sus secuaces que se despacharon con la cuchara grande por los siglos de los siglos, amén, en un afán por pasar de la Revolución institucionalizada (cualquier cosa que eso signifique) a la Loca academia de Javidús que siempre se han sentido responsables del timón, pero no de la tormenta. Sin embargo, hasta a mí me parece muy mala onda que quienes estuvieron pegados a la ubre priista ahora le den la espalda y hasta se unen a las hordas de linchadores en estos momentos en que están al borde la extinción y solo tienen, imagínense su mala suerte, a Osorio Chong como guía espiritual.
O sea, sus antiguos contlapaches ni defendieron como debían a mi licenciado Peña después de los supuestos maiceos millonarios del Chapo Guzmán. No se vale.
Cuando vi que Andrés García iba a revelar al asesino de la mamá de Luismi, pensé que le iba a echar la culpa a la Guardia Nacional y no a Luisito Rey.
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